Entre todos los presentes hay que elegir a alguien que no conozca el juego y cuando lo hayamos elegido todos los participantes se sentarán en círculo y todos ellos serán los “enfermos” y el psicólogo será el encargado de descubrir qué es lo que le pasa a todos sus pacientes.
Sin que el psicólogo lo sepa, la enfermedad que tendremos es que somos la misma persona de la derecha, por tanto tendremos que conocer a la persona que tengamos a nuestra derecha y hablar como ella, hacer sus gestos, etc. Para determinar la enfermedad, el psicólogo podrá hacer cualquier clase de pregunta dirigiéndose a cada uno de los jugadores.
Todos tendrán que responder a sus preguntas como si fuera la persona de su derecha y cuando alguien descubra que otro de los participantes de una respuesta incorrecta dirá en alto ¡Manicomio! Y todos cambiarán de sitio, algo que hará que el psicólogo se quede sorprendido, pero con dos o tres cambios seguro que ya habrá pillado la mecánica del juego del psicólogo.
Cuantas más personas participen en este juego mucho mejor y lo más divertido es ver las reacciones que tiene nuestro médico particular y las situaciones que se producen durante este juego, algo ideal para amenizar cualquier fiesta que se precie, tanto si se hace con niños como con adultos.
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